Antes de que te juzgues a ti mismo, o alguien más, sobre lo que no lograste hacer el día de hoy, intenta ver la imagen completa. Tómate un momento (incluso puedes cerrar tus ojos) para reflexionar sobre lo que estás haciendo y por qué es importante que lo termines. Ahora… sigue leyendo.
“Me hubiera gustado trabajar más”, dijo nadie en su lecho de muerte.
Sé que es difícil pensar en un tiempo que (con suerte) está muy lejos de nosotros. ¡Nadie quiere pensar en morirse! Así que regresemos un poco… Abre tu calendario y regrésate 90 días. Y pregúntate: “¿En qué me hubiera gustado invertir un poco más de tiempo?” Esa pregunta te dejará pensando -reflexionando, en realidad- en lo que deberías estar haciendo esta misma noche.
El arrepentimiento nos pasa factura a todos, no sólo en nuestros corazones, también en nuestra alma. Cuando decepcionamos a alguien, cuando hacemos menos de lo que sabemos que pudimos haber hecho o cuando nos ausentamos, física o emocionalmente, el remordimiento nos pasa factura. Algunos remordimientos los podemos olvidar en un momento, otros se quedan de por vida.
Bronnie Ware escribió Los 5 remordimientos más comunes de la gente que está muriendo – una vida transformada por los que nos dejan después de pasar varios años cuidando a gente en su lecho de muerte. Mientras lees cada uno de ellos, reflexiona cómo te sientes al respecto en este momento. ¿Cómo te sientes sobre tu trabajo? ¿Sobre tu vida? ¿Sobre tus relaciones?
- Desearía haber tenido el coraje de vivir la vida siendo fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban para mí.
- Desearía no haber trabajado tan duro.
- Desearía haber tenido el valor de expresar mis sentimientos.
- Desearía haber mantenido el contacto con mis amigos.
- Desearía haberme permitido ser feliz.
Triste, ¿cierto? Es una píldora difícil de tragar.
Cuando observamos el remordimiento a profundidad solemos conectarlo con la idea de estar atascados. Atascados en nuestras emociones, atascados en nuestra rutina, atascados en la mediocridad. Estar atascado no siempre es malo, pero si no nos estamos moviendo hacia delante, ¿hacia dónde nos estamos moviendo? No te conformes con quedarte estático. Muévete. Crece. Encuentra lo que te impulsa.
La gente suele decir que los proyectos en los que se sienten atascados son de naturaleza personal. Quieren hacer algo creativo como escribir un libro o enfocarse en un hobby como la fotografía o el arte, pero estos proyectos suelen quedar relegados a la categoría de “no esenciales” y rara vez se realizan. Sin embargo, estos proyectos son esenciales para el núcleo de la felicidad y el bienestar y son la esencia de los remordimientos que describimos arriba. Estos proyectos son la expresión de la verdadera y auténtica personalidad de la gente.
Cuando nos sentimos atascados es cuando nos damos cuenta de que estos proyectos no tienen una fecha de entrega y que la mayoría de las veces no traen una recompensa económica con ellos. Por estas razones, los proyectos personales y de auto expresión no son prioridad, lo que nos llevará a ahogarnos en la infelicidad y en una vida de arrepentimiento.
No dejes que el peso de los remordimientos te tire el día de hoy. Vive en libertad, buscando la creatividad, la expresión personal y la autenticidad. Está bien ponerte a ti mismo en la lista de prioridades de vez en cuando. Tu felicidad y tu bienestar lo valen. Tú lo vales.
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